El pasado sábado 11 de diciembre hicimos nuestra peculiar cena de navidad y como no podía ser de otra manera, salimos con nuestros vehículos preferidos.
Empezó a las 18 horas y nos dirigimos al restaurante, pero claro, no se trata de ir de la forma más rápida sino de la más bonita. Arrancamos motores y nos dirigimos hacia las Guillerías, una ruta que aunque nos la conocemos al 100% se convierte en una totalmente diferente al hacerla con los faros encendidos. La noche transmite una tranquilidad y paz que es indescriptible.
Después de unas paradas para disfrutar del entorno nos dirigimos hacia Brunyola, la cena nos espera, charlas, risas y nos deseamos unas Felices Fiestas.
Un brindis por el año nuevo y que poco a poco retomemos la normalidad que será signo que hacemos las cosas bien. Después de la cena cada uno hacia sus casas sin ningún reparo, pensando en la próxima aventura.
